En 2017 cuatro amigos decidieron crear un espacio, en plena naturaleza, donde poder depositar o esparcir las cenizas de un ser querido de forma legal, ecológica y sostenible. Y así nació Recordarium, el bosque del recuerdo.
Aunque la cremación es una tendencia en alza en España (se prevé que en 2025 se incrementarán hasta un 56%), las cenizas no se pueden esparcir libremente. Según la ley de Sanidad Mortuoria hay que hacerlo en lugares autorizados. Y Recordarium lo está.
Son 10 hectáreas en Méntrida (Toledo), con viñas, encinas, olivos, campiña y estanques donde poder integrar las cenizas con la naturaleza.
El funcionamiento es sencillo, el cliente de Recordarium elige:
Al hacerlo adquiere un Derecho de Uso del jardín del Recuerdo. Para poder visitar siempre que quiera a sus seres queridos integrados en la naturaleza
Con un precio 199 euros se puede contratar el derecho de uso de estos espacios, con el máximo respeto al ritual o ceremonia que elijan los familiares..
No hay lápidas ni monumentos, pero en el árbol una placa de madera recuerda por quien se plantó.
Hace una semana tuvieron la primera ceremonia. Un acto sencillo donde, un vecino, médico de profesión, plantó un árbol junto a las cenizas de su tía. Fue un adiós y un hola a la vida, la del árbol que a partir de ahora recordará a su familiar para siempre.
«Estamos ofreciendo un entorno seguro, legal y natural donde depositar las cenizas procedentes de la incineración de nuestros seres queridos. Y contribuyendo a la reforestación del espacio creando un bosque, una manera de completar el ciclo de la vida», explica Ana González Alonso, una de las socias fundadoras del proyecto.
El espacio: viñedos, dehesa, estanque
Las 10 hectáreas que se han dedicado al proyecto cuentan con un olivar, viñedo, un estanque, una dehesa abierta, una plantación de lavanda y una de romero donde poder esparcir las cenizas. Y con 13 especies de árboles autóctonos donde elegir, desde cipreses, madroños o adelfas, hasta fresnos, alisos y sauces.
Sin cuerpos presentes, sólo con cenizas procedentes de la incineración de los restos.
«Es una manera de encajar con las actitudes actuales hacia la muerte. Ofrecemos una propuesta diferente que revoluciona los códigos tradicionales de los servicios funerarios”, aclara González Alonso.
Las incineraciones en España están en auge
España se encuentra entre los 20 de países con mayor tasa incremental de incineraciones. La incineración ya es la opción elegida por más del 41 % de los fallecidos en España. ,Según datos del INE y un informe realizado por Panasef, se prevé un incremento del 56% en las incineraciones para 2025, con una media de incinerados del 65%.
En las grandes capitales las cifras son muy superiores, como sucede en Madrid, con un dato previsto para el 2020 del 78% de incineraciones. De todas ellas, el sector estima que el 50% de familiares no sabe qué hacer con las cenizas, explican desde Recordarium.
«Este proyecto responde a una demanda de la sociedad. En varios países se están desarrollando nuevos entornos, fuera del cementerio tradicional, que ofrecen una solución más actual, natural y positiva para depositar las cenizas”, aclaran.
Para siempre y renovando el ciclo de vida
A los nueve meses más o menos, se calcula que los restos se integran en la tierra sirviendo de abono natural. Alimentando al árbol nacido de sus restos.
Porque decir adiós a un ser querido dando vida a otro ser es menos duro, dicen. No es solo una solución viable, ecológica y legal, es también una manera de seguir vivo, formando parte de la naturaleza para siempre.
